viernes, 29 de octubre de 2010

XOLOESCUNTLE dedicado a mis perras

El xoloitzcuintle es una raza canina prácticamente sin pelo originaria de México. Se le conoce por su endemismo en este país y su estrecha relación con la cultura azteca. Su popularidad no es muy alta comúnmente porque su falta de pelaje es algo chocante para algunas personas, pero para otras y muy especialmente entre los criadores de xolos, cada ejemplar es muy preciado y valioso, llegando el valor de un xoloitzcuintle con pedigree a oscilar por los dos mil dólares, debido también a su inmenso valor histórico, cultural y biológico, y a su relativa escasez en comparación con otras razas.
Existe otra variedad con pelo. Los perros que nacen con pelo siguen siendo xoloitzcuintles puros, y al cruzar a estos con uno sin pelo, también tienen crías sin pelo. En una camada pueden nacer cachorros de las dos variedades. Se le agrupa en tres tamaños: estándar, intermedio y miniatura. Las dos clasificaciones mayores se destacan como perros guardianes, el miniatura como perro de compañía.

Este perro, natural de México, es una raza muy antigua, originándose, según algunos cálculos, hace más de tres mil años.[2] En la Mitología azteca, se creía que los xoloitzcuintles acompañaban a las almas de los difuntos cuando viajaban al Mictlán, el inframundo, por lo que eran sacrificados y enterrados junto con los muertos a los que debía guiar. Hay leyendas que hablan de que Xolotl le dio el xoloitzcuintle como regalo al Hombre, habiéndolo fabricado de una astilla del Hueso de la Vida, el hueso del que toda vida fue creada. Debido a esto era considerado sagrado por los aztecas, manifestándose esta adoración en muchas representaciones esculturales y pictográficas.
Algunas culturas precolombinas adoptaron este perro, otras prefirieron consumir su carne como platillo. Después de la colonización europea, estuvo muy cerca de desaparecer, siendo rescatado de la extinción por la apreciación hacia este perro de los miembros de la FCM, la cual inició un programa de registro y reproducción el 1 de mayo de 1956. A pesar de que fue exhibido en las competiciones de belleza canina, en los Estados Unidos desde 1883, y aceptado en las federaciones más respetadas, no logró gran aceptación popular. A mediados del siglo XX su popularidad en México tuvo un renacer, llegando a ser admitido en muchas federaciones caninas mexicanas. En el presente es reconocido por muchas de las más distinguidas federaciones en otros países y federaciones internacionales, como la FCI, aunque en algunos países, como en los Estados Unidos, no tiene tanta aceptación.

Son buenos perros de compañía y guardianes del hogar, dependiendo del tamaño. A pesar de no tener una apariencia atractiva, el xolo es popular entre algunos por su inteligencia (es fácil de educar), su resistencia y su carácter amigable. Aparentemente, aquellas personas que aprecian al perro como compañero fiel son las que le han dado una nueva ola de popularidad en la actualidad. Suelen ser muy deportistas, buenos vigilantes y singularmente tranquilos con la gente.
La raza tiene un rango de peso de 4 a 20 kg. Su falta de pelaje causa una mayor pérdida de calor corporal, por lo que su cuerpo se ve obligado a mantener una temperatura de alrededor de unos 40 °C.













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